viernes, 6 de febrero de 2015

Ambientes en Blanco y Negro

Su unión es la máxima expresión del contraste. Blanco negro son los eternos polos opuestos que se han atraído siempre. Su empleo en la decoración es un auténtico clásico, puesto que toda época ha hallado en ellos la mejor excusa para teñir sus diseños, ya fueran éstos recargados o infinitamente puros. El equilibrio entre la luz de uno y la oscuridad del otro ha sido resuelto con maestría por el interiorismo, ya que este juego bicolor ha sido recurso protagonista de muchos proyectos: su atractivo es imperecedero.




Buscando la proporción ideal

A la hora de conjugar con éxito todos los componentes del espacio, la iluminación juega un papel fundamental. 
El blanco es el resultado de la superposición de todos los colores, mientras que el negro es la ausencia total de luz, ya que la absorbe por completo. Estos aspectos, más físicos que decorativos, deben tenerse muy en cuenta puesto que, queriendo vaciar de penumbra un rincón sombrío, podemos chocar con el efecto multiplicador del blanco.

La clave está en la luz indirecta y cálida, según el especialista. Las pantallas negras opacas como, por ejemplo, las de piel de potro, nos permiten crear ambientes relajados y evitan deslumbrar.


Salones elegantes

Dentro de los salones, nos percatamos de que el blanco ha sido el aliado tradicional de las paredes, debido a su capacidad para ampliar visualmente espacios de escasos metros cuadrados. Por su parte, el negro se ha ido ganado por méritos propios un lugar destacado en los catálogos de mobiliario de comedores cuartos de estar.

Campuzano te da algunas ideas: hay una pieza que utilizo muchísimo en mis proyectos de salones: el sofá Chester de piel blanca. Otros elementos usuales son las lámparas de cristal negro o las alfombras de cebra. Pantallas de piel de potro, cojines de pelo blanco, alfombras de vacuno en damero blanco y negro, butacas de madera de wengué tapizadas en chinchilla blanca.... A la hora de poner la mesa en el salón, no dudes en sorprender a tus invitados con menaje en estosdos colores.





Elementos de ruptura

Para romper el contraste, el interiorista echa mano de materiales con luz propia, como el cristal transparente o tratado al ácido y el acero, además de espejos o piezas en metacrilato. Conseguirás un efecto llamativo si añades complementosbrillantesdorados plateados, o bien un color vivo, como el mostaza, el naranja, el violeta, el rojo, etc. Puedes valerte de cojines, jarrones, alfombras, menaje, etc.



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